viernes, 12 de septiembre de 2014

No sé lo que me pasa (2)

No sé aún dónde estoy, no puedo diferenciar en si me encuentro en un sueño o simplemente si ya formo parte de la vida real, quiero ponerme en pie pero no lo consigo, mi cuerpo está totalmente inmóvil en medio del bosque. Los árboles apenas tienen vida, culpa de la caída de otoño, por lo que me encuentro totalmente rodeada de hojas secas y muertas. Intento moverme, por suerte, mi cuerpo ahora responde adecuadamente, le ordeno que se levante y se desplace de forma ágil y rápida, entonces quedo sorprendida una vez más al ver que en pocos segundos me encuentro en un lugar lejano al anterior. Me mantengo quieta y me concentro en poner atención a los piares de los pájaros, el sonido es tan intenso que por un segundo pienso que están muy cerca de mí, pero me equivoco, están todos en la parte más alta de los árboles, en sus nidos, piando por la falta de comida. De pronto, un animal sale de unos matorrales cuyas hojas aún no han caído pero ya poseen un color característico del otoño. Me encuentro a una distancia media de la criatura, en cambio, puedo apreciarla con detalle, cada uno de los finos y marrones pelos que contiene y que forman un perfecto pelaje y sus ojos, sus pequeños ojos negros que indican una gran atención en mí. Rápidamente decido apartar mi atención del animal y seguidamente me pongo a correr para alejarme de aquella criatura.