lunes, 29 de septiembre de 2014

[Yo, y nadie más]

He empezado a pensar, a pensar en los días, las semanas, los meses y en los años, he consultado el tiempo cuyo carácter no me ayuda mucho. Aún no me ha dado cuenta de lo rápido que pasa el tiempo, de como nos atrapa y destroza el pasado -y también de como planifica el futuro-. El caso, es que he pensado sobre mí, y sobre mi vida y como el tiempo la aplasta sin piedad. Habrá gente que me entienda, otra que no, pero qué más da, sé que lo único que tengo para expresar lo que siento es papel y pluma (y un ordenador) y que aunque nadie sepa de la existencia de mis escritos puedo expresar libremente lo que siento, sin vergüenza alguna.
Cada noche me paro a pensar antes de dormir qué es lo que quiero para mi vida, que es lo que impide que esto se haga realidad o cosas cómo pensar en quiénes son los verdaderos amigos que se preocupan por ti. Desgraciadamente, hay muchas cosas que impiden que todo lo que quiero en mi vida sea real, también, hay pocos amigos que se preocupen por mí, pero ellos son todos geniales y supongo que no necesito a muchos más. Por otra parte, he pensado en ese tema al que todos le tenemos miedo, el amor, el querer a una persona en tu vida por un largo tiempo, en dedicarle tu tiempo y amor a alguien simplemente por el hecho de quererla. Es bonito, lo es, pero mucha gente tiene miedo a un no, a caer y caer y no levantarse, a no en contar a nadie que le quiera y le haga sentirse mejor, tenemos miedo a la soledad, al rechazo y a las burlas de algunas personas.
Quiero decir a todas esas personas que la caída no es tan grande como esperan, que vale muchísimo más el amar a una persona durante unos años, que no tiene punto de comparación la derrota con el triunfo. Puede que a veces nos rechacen y nos duela, pero todo el tiempo que hemos pasado amando a una persona cubre el daño del rechazo porque no hay nada mejor en este mundo que el amor.

Lucy,

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