le felicité y le regalé un enorme abrazo de oso, desayunamos juntos. No tenía porque haberse molestado en preparar el desayuno en su propio cumpleaños, pero así era él. Una vez terminado fuimos a preparar mis maletas, una de ellas ya estaba casi hecha pero la otra en cambio, estaba vacía. Me acordé de que necesitaba pan para hacerme la comida, algo importante a si que, con amabilidad le pedí que fuera a comprar algo de pan. Me iba a Italia durante quince días, ''asuntos de trabajo'', ya sabéis. Rápidamente preparé la maleta antes de que él llegase. Llegada la una, cogí las maletas y fuimos hacia el aeropuerto, él se ofreció a acompañarme. Cuando estábamos allí, tan solo faltaban diez minutos para embarcar, nos íbamos a despedir ya. Lo que él no sabía...
Lo que yo no sabía era que una de las maletas era mía y que ella no se iba por asuntos de trabajo, nos íbamos los dos a Italia, había planeado todo como regalo de cumpleaños. Le dí un beso en la frente y fuimos hacia el avión.
LUCY,